Lluís Gandía
Cuando un gobierno abandona la responsabilidad de gobernar después de ocho años y medio y su herencia solo son proyectos, planos y titulares de prensa de obras que tenían previsto hacer, la herencia deja de ser algo positivo y pasa a ser una carga para aquellos que les toman el relevo.
Los socialistas de Vinaròs siguen sin asumir que están en la oposición porque los vinarocenses con sus votos no les dieron la suma necesaria de concejales para gobernar nuestra ciudad y además siguen empeñados en hablar de una herencia que es un lastre para Vinaròs.
Porque todo de lo que intentan presumir los socialistas no dejan de ser proyectos que, oh casualidad, iban a ejecutar ahora después de estar prometiéndolos y anunciándolos los ocho años en los que sí tenían la responsabilidad de ejecutarlos.
Afortunadamente Vinaròs tiene ahora un gobierno local que habla y promete menos pero que trabaja y cumple con lo que anunciamos en la campaña electoral. Y en tres años podremos realizar un balance que estamos seguros será mucho más positivo que la suma de los ocho años de gobierno de parálisis.
Porque si tenemos mucho por hacer es porque durante muchos años no se ha hecho lo que tocaba. Ni instalaciones deportivas, ni instalaciones culturales, ni desarrollo de zonas urbanísticas que son de vital importancia para el Vinaròs de los próximos años.
Al gobernante se le debe valorar por sus hechos, por aquellos que deja convertidos en realidad cuando deja el poder y si tomamos esta referencia lo que vemos todos es que los ocho años de supuestos gobiernos progresistas han sido ocho de mucha charanga y pandereta, pero con todos los grandes asuntos por hacer.
Son apenas seis meses de gobierno serio y ya están las bases para el futuro desarrollo de Vinaròs. Aprobamos el presupuesto municipal, estamos desbloqueando temas que llevaban enquistados años y apostamos por un pabellón, la remodelación de la plaza Primero de Mayo o un nuevo auditorio, todo ello con una clara apuesta por la costa norte y costa sur.
Quienes han estado quietos durante ocho años ahora quieren que corramos y quienes han estado mudos ante un gobierno paralizado son los mismos que ahora claman por todas las cosas que faltan. Mientras la mayoría de vinarocenses están con un gobierno municipal que paso a paso cumple con lo que prometió.